La vocación del humano es la de
buscador. Abocado a una múltiple variedad de impresiones se ve obligado a
seleccionar y eso le llevará a una asimilación consciente y cercana a su propia identidad.
Por derecho de nacimiento estamos
sumergidos a este trabajo interno para la recuperación de la consciencia, de
ahí las múltiples llamadas a lo largo de una vida humana.
Ningún conocimiento real puede
ser alcanzado por efecto del azar. El poder de fascinación de las ilusiones
pasajeras, desvía la inmediata percepción de lo esencial. Dejarse arrastrar por
“visiones” seductoras es complacerse en un sueño despierto, incompatible con
las necesidades objetivas del hombre.
El Cuarto Camino o Via de Gurdjíeff
(Georges o George Ivanovich Gurdjíeff (en : Գեորգի Գյուրջիև, en griego: Γιώργος Γεωργιάδης, en
ruso: Георгий Иванович Гюрджиев,Georgi Ivánovich Giurdzhíyev), (Alexandropol,
14 de enero de 1872 – París, 29 de octubre de 1949), maestro místico, filósofo, escritor y
compositor armenio, quien se autodenominaba "un simple Maestro de
Danzas") nos aproxima a la meta, sin dejar en el olvido las
palabras de BORIS MOURAVIEFF para alcanzar tal objetivo.